Irte vacaciones con cinco niños más perrita y volver vivos

¡¡Cucuuuuu!!

¿Qué tal amiguitos?

Ahora si que si la rutina entra de lleno en nuestras vidas, las primeras campeonas fueron mis princesas Carlotta y Julietta que comenzaron la guarde el pasado día 3 de Septiembre y ahora ya con los mayores en el cole y el fútbol  ocupando cuatro de siete días a la semana, esto pinta a rutina total, para que nos vamos a engañar,no es tan mala y nos viene bien a todos,  creo que este  verano podemos decir que lo hemos aprovechado al máximo ya que no hemos dejado de inventar y reinventar saraos, pero lo hemos pasado entre risas y masticando, como más nos gusta.

En Julio, aprovechando que Andreas y Aitana se fueron 13 días con su madre y coincidiendo con el cumple de Guille, le regalé una escapada a las Termas del Pallarés. Es un lugar al que nos ha gustado ir siempre solitos, pero en esta ocasión lo hicimos con las petus y la verdad, contábamos con que la cosa no saliera tan bien y es que mis chicas son de agua y se portaron de maravilla, bastante tranquilas y disfrutonas.

Como somos muchos en casa, mi plan era pasar las vacaciones de agosto en casa, desconectando de todo, o sea.. tranquilidad, piscina, SIESTA, piscina, casita.. y así era mi planteamiento, la única forma que veía posible recuperar horas de sueño, no olvidemos que madrugo bastante y que al final el cuerpo te pide frenar.

La idea de irnos todos a la playa no me convencía, no miento, me parecía una locura y renunciar al descanso que tenía planeado me echaba para atrás. Al final Guille, el cual ha crecido en el mar hasta los once años me propuso irnos aunque fuese cinco o seis días y tras darle unas vueltas pensé.. venga Noelia, no dejes a tus peques en esta edad tan bonita sin playa, me lié la manta en la cabeza y además les dije a unos amigos que si se podía venir su hija con nosotros, ya que es amiga de los mayores y al menos estarían más entretenidos entre ellos, la edad del #preadolescente es terrible, ya que en las vacaciones o les tienes todo el día haciendo cosas que a ellos les gusten o se aburren y la mejor opción era tirar de ocupar la séptima plaza de nuestro coche.

Os preguntaréis cómo pudimos viajar siete y meter equipaje, pero nada como una buena organización. Nos dejaron un cofre y creo que será nuestra próxima inversión ya que no es todo lo grande que podemos adaptar a nuestro coche y realmente aluciné de la capacidad que tiene.

En el cofre metimos la maleta de Guille y la mía, el neceser rígido, la maleta blanda de Andreas, y bolsas varias. Detrás de los asientos de copiloto y piloto viajan las niñas, por lo que sus pies quedaban libre para meter otras dos maletas y por último en el pequeño espacio que queda entre las plazas traseras y el portón, metimos las dos sillas de paseo de Asalvo que compré para evitar llevar la silla gemelar que ocupa medio maletero.

Cada uno en su puesto partimos rumbo a Alicante a pasar casi dos semanas, siendo los primeros cinco días de adaptación, no nos engañemos, yo no sabía si llegaríamos a superar los siete días y una vez adaptados nos hubiésemos quedado otros quince más.

En lo alto de la montaña y viendo Relleu amanecer, así comenzaban nuestros días. El sonido de los pájaros, los gallos cantar,  paz.. mucha paz. Allí disfrutábamos del desayuno , preparábamos el capazo y poníamos rumbo a la playa.

La verdad no hemos salido de la zona que conocíamos y nos centramos en La Vila Joiosa, el pueblo que vio a Guille crecer. En él disfrutamos de sus preciosas playas, su rica gastronomía y de su gente, en especial Guillermo que quedó con sus amigos del colegio a los que llevaba muchísimos años sin ver y además coincidimos con otros amigos de Valladolid a los que llevábamos muchos años sin ver, con los que disfrutamos de una maravillosa tarde de playa.

Carlotta y Julietta gozaron haciendo castillos de arena, llenando sus pato pistolas de agua mojándonos a todos, dibujando en la arena con sus manos y pies, saltando las olas, flotando, paseamos y nos bañamos hasta el anochecer.

Visitamos restaurantes como El Madrid, parada obligatoria para comernos una rica paella, también estuvimos en el mercado central, El Bodegó, El Posit, disfrutamos del típico nardo mientras el agua se acercaba a nuestros pies, y no podían faltar las súper pizzas de nuestro amigo Enrique.

Los mayores hicieron amigos en Relleu, así que cada noche después de pasar el día fuera , quedaban con ellos como unos más del pueblo. Montaron en los hinchables acuáticos de La Vila, disfrutaron tanto o más que las pequeñas en AQUALANDIA, donde les llevamos en dos ocasiones y de verdad, es un parque acuático que recomiendo ya que está súper cuidado y cuenta con ocio para todos.

Una playa que me encantó fue la de El Torres, de piedras y con una zona en la que la gente ha «construido» dos mini piscinas con piedras en la  que los niños y adultos se pueden bañar disfrutando de un agradable baño, os dejo fotitos para que lo podáis comprobar.

¿Qué cosas cambiaría de estas vacaciones?

Pues creo que solamente una.. llevar menos equipaje ya que me sobraba la mitad y en sustitución de este meter más juguetes a las niñas, por lo demás han salido como tenían que salir, disfrutando de la mañana a la noche y descansar, pues eso, ahora en la rutina jajajaja

¿Vuestras vacaciones cómo han sido?

¿Sugerencias a la hora de viajar tantos?

Os dejo un resumen fotográfico de nuestras vacaciones y os mando miles de besos hasta el próximo post.

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